Sábado 23 de abril de 2011 | Publicado en edición impresa
Sociedad
Aquí también podemos hacerlo
Un cardiógrafo portátil que transmite resultados por Internet, un mouse multifunción, fotos de vehículos
y peritaje grafológico son algunos de los inventos argentinos en la era digital
ace seis años, Andrés Hurtis (40) leyó un caso policial que lo conmovió. Una mujer había
sido asesinada y su cadáver quedó al costado de la ruta. "Si la policía contara con un
sistema para detectar e identificar patentes de autos no se necesitarían testigos
presenciales para señalar a los sospechosos", pensó. Como ingeniero electrónico, Hurtis
trabajaba en el desarrollo de un sistema de reconstrucción de imágenes de tomografías para una
clínica, y decidió aplicar sus conocimientos al desarrollo de un software similar, pero destinado a
imágenes en movimiento como las patentes de vehículos.
En 2010 se presentó a una convocatoria del Ministerio de Ciencia y Tecnología para subsidios
destinados al desarrollo de software (Fonsoft), y con los fondos obtenidos está armando su primer
prototipo. "La ventaja del sistema que estoy desarrollando, basado en visión artificial, es además de
tener un menor costo que los importados, poder contar con servicio técnico y de soporte local", destaca
el emprendedor.
GRAFOLOGÍA ONLINE
Como las huellas digitales, el bypass y la birome, los inventos argentinos se han destacado
tradicionalmente por suplir con ingenio la falta de recursos económicos. A Nicolás Veiga (21) lo intrigó
desde siempre la grafología, el arte de descubrir rasgos de personalidad por medio de la escritura, y
como fanático de la programación se propuso crear un software que ayudara a los especialistas a
examinar de forma objetiva firmas y manuscritos. Así, luego de terminar el secundario en el colegio
técnico Otto Krause, se dedicó durante seis meses a crear Grafocastle , un sistema que ayuda a
grafólogos, calígrafos, peritos y consultores de Recursos Humanos a analizar la escritura.
Además del software, Nicolás desarrolló una interfaz para trasladar información desde una tableta y un
lápiz electrónico hasta la computadora. "El sistema detecta presión, trayectoria, área y velocidad al
escribir, lo que lo convierte en un auxiliar del profesional que interpreta los datos, pero sin
reemplazarlo", dice el inventor. Su desarrollo se comercializa a través de Internet en cinco países, y
cuenta con traducciones al inglés, francés e italiano.
ELECTROCARDIÓGRAFO PORTÁTIL
En la provincia de Entre Ríos, egresados de la carrera de Bioingeniería desarrollaron un equipo para
realizar estudios diagnósticos en cardiología y transmitirlos vía Internet o mediante la red de telefonía
celular. "Se trata de un electrocardiógrafo portátil que en lugar de imprimir los resultados transmite las
señales por Internet o 3G para ser recibidas en una computadora o un teléfono móvil", explica el
bioingeniero Carlos Pais, titular de la firma Cardiocom, que llevó adelante el proyecto. El desarrollo
incluye tanto el software como el hardware, y está destinado a suplir la falta de especialistas y
equipamiento de diagnóstico en los centros de salud de zonas rurales o alejadas de las ciudades y sus
hospitales de alta complejidad.
"Cualquier enfermero o persona entrenada puede colocar los electrodos en el paciente para hacer el
electro, y enviarlo al especialista", dice Pais. Si bien existen equipos de telemedicina importados, estos
son muy costosos y no se adaptan al mercado argentino (y latinoamericano) porque sus antenas de
transmisión no funcionan con la infraestructura de comunicación local.
Actualmente, la firma Cardiocom se encuentra trabajando en el desarrollo de otros dispositivos de
telemedicina, para hacer espirometría (medición de la capacidad pulmonar en pacientes asmáticos), y
otro para detectar patologías del sueño. Para esto han recibido un ANR (aporte no reembolsable) de la
Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, y el gobierno de Entre Ríos ha mostrado su
interés en adquirir el equipamiento para dotar a los centros de salud en toda la provincia.
EL SUPERRATÓN
Con el advenimiento de las tecnologías inalámbricas y la convergencia entre televisor, computadora y
consola de videojuegos se hizo necesario dotar al mouse de nuevas funciones. Con esta idea, el
estudiante mendocino de Ingeniería Pablo Castañeda diseñó el iTouch 3D, un mouse que combina el
control de mandos de un joystick y la versatilidad de un control remoto para comandar la compu o la tele
a distancia.
"El mouse se creó hace 40 años y poco cambió en su fisonomía y funciones desde entonces, cuando
en el terreno de los videojuegos, el avance a nivel de mandos fue impresionante -dice Pablo-. El
dispositivo que diseñé busca cerrar esta brecha y el mayor desafío fue lograr que funcione sin una
superficie de arrastre. Así surgió la necesidad de interpretar los movimientos físicos del usuario en el
espacio. Para que fuese compatible con distintos sistemas desarrollé un software multiplataforma",
comenta Pablo desde su casa-taller en la localidad mendocina de Maipú.
Además de permitir hacer clics como cualquier mouse, el iTouch 3D hace las veces de control remoto,
joystick sensible al movimiento y mando para presentaciones con apuntador láser. El dispositivo puede
ser utilizado por personas que sufren de discapacidad motriz, ya que tiene una opción que permite
operarlo con un solo dedo. Además, el usuario lo puede programar a través de un sencillo software,
para asignarle a cada botón una función determinada.
Hasta el momento, Pablo invirtió en su desarrollo unos $ 60.000 de su propio bolsillo, pero gracias a la
difusión que tuvo su invento en medios locales y a través de videos en Youtube obtuvo el apoyo del
municipio de Maipú, y ya recibió propuestas de inversores y compañías europeas y estadounidenses
para comenzar a fabricar el dispositivo en serie. .
María Gabriela Ensinck